Hoy es el Día Mundial del Medio Ambiente. Y quien siga creyendo que el impacto de la mano de nombre en su entorno natural no es grave, que no haga caso al calor de las últimas semanas.
Si bien la ola de calor no es un fenómeno del cambio climático sí es una consecuencia. Los flujos de aire que rodean al planeta han sufrido alteraciones y la presencia de tres o más días consecutivos por encima de 32 grados es la muestra.
De continuar el estilo de vida que llevamos: de contaminación de agua, aire y suelo, habrá un promedio de 20 días por año de calor potencialmente mortal en los próximos años, de acuerdo con el más reciente informe de la revista Nature, hasta llegar al 2100 en que el 74 por ciento de la población muera por olas de calor.
La solución inmediata está en reducir drásticamente las emisiones de contaminantes. Usar autos lo más mínimamente posible y frenar la emisión de gases industriales. Las olas de calor son y serán insoportables cada vez más.