De acuerdo a la psicóloga Amaya Terrón, en el portal de Su Médico, dibujar es bueno para la salud mental debido a que estimula nuestro cerebro mejorando la memoria, la concentración y la capacidad de introspección, al combinar los procesos cognitivos y motores.
La psicóloga menciona que el dibujo también es una herramienta de terapia ya que ayuda a las personas a expresar las emociones más profundas, así como los miedos y los propios fantasmas.
Por su parte, el arquitecto Richard Banks, autor del libro Drawing: The Art-Science Connection, indica que todos comenzamos a dibujar incluso antes de aprender a leer y escibir porque para los niños, el dibujo es una forma de aprender sobre el mundo en el que viven, sin embargo, con el paso de los años, dejan esta actividad de lado por diferentes razones.
“Descubren otras formas de explorar su mundo, se involucran en otras actividades o, más a menudo, simplemente pierden interés. Su conocimiento se desarrolla más deprisa que su habilidad motora. Llega un momento en el que no saben dibujar lo que su cerebro ve, por lo que se frustran y pierden interés”, escribe en su libro.
Banks enfatiza que esto no significa que se abandone el dibujo por completo ya que ocasionalmente, todos tendemos a hacer garabatos, esbozos o diagramas los cuales también son parte de los dibujos que son beneficiosos para la salud mental.
“Son un ejercicio en pensamiento libre, sin limitaciones. A menudo representan una forma de soñar despierto de forma gráfica que es beneficiosa para el proceso creativo del mismo modo que la preparación de un atleta ha de preceder a sus resultados. También incrementan la destreza manual y refuerzan la conexión entre tus actividades motoras y tu sistema visual”, señala.
Ante esto, la psicóloga concuerda que los garabatos ayudan a controlar la ansiedad, a concentrarnos mejor y en alejarnos de nuestros propios pensamientos.
Asimismo, la escritora y consultora Sunni Brown, mencionó en una charla que hay estudios que indican que garabatear, es una herramienta que ayuda a recordar, procesar información y a generar soluciones creativas, por lo que no debe ser mal visto.
Sin embargo, Banks añade que todo esto funciona siempre y cuando estemos interesados porque si nos aburre dibujar, de nada sirve que nos obliguemos a realizarla por más motivación que quieran darnos.
“Es un mito que otras personas puedan motivarte. La motivación viene de dentro, instigada por la elección basada en tus intereses y metas personales”, puntualiza.
