De acuerdo con los datos del Registro Civil del Estado de México, contrario a lo que se piensa por las consecuencias de la pandemia, el año 2020 tuvo menos divorcios que el año anterior.
Mientras que en el 2019 se tuvieron 19 mil 098, en el año que acaba de culminar se registraron 12 mil 161, es decir, hubo 6 mil 937 disoluciones matrimoniales menos.
Sin embargo, diciembre que acaba Moo de pasar tuvo un repunte importante y fue el mes en que más personas se divorciaron al llegar a 2 mil 648, cifra que distó de lo que ocurrió en los meses del 2019 pues fue octubre de ese año el que encabezó la lista con mil 958.
Mientras que en el primer trimestre del 2020 el número de separaciones se mantenía regular respecto del mismo período del año anterior, alrededor de mil 400 en promedio, en el mes de abril disminuyeron considerablemente al registrarse solo 10 en todo el Estado de México, pero en mayo bajó todavía mas pues la cifra se ubicó en tres divorcios y al siguiente mes, es decir, junio, fueron seis.
Ya en los siguientes meses fueron incrementando estos trámites hasta llegar nuevamente al promedio pero fue en diciembre cuando se dio este aumento considerable para llegar a los 2 mil 648.
En este sentido, el psicólogo y tanatólogo, Víctor Hugo Bolaños Macías, opina que la pandemia obligó a las personas a tener cambios drásticos como la pérdida de empleo, el agotamiento del recurso económico, la ansiedad por el encierro, falta de comunicación y todos estos factores han influido en que muchos matrimonios terminen.
“El no saber manejar estas situaciones está provocando muchos divorcios, sobre todo mucha violencia, la misma ansiedad, la angustia de todo lo que está pasando, la incertidumbre”, comentó.
Por su parte, el psicoterapeuta Adrián Flores Hernández considera que muchas parejas estaban anestesiadas y que por las rutinas que se tenían, muchas veces podían evitar sus problemas pero ahora el encierro ha llevado a que esas válvulas de escape desaparezcan.
“Tenían muchas formas de estarse divirtiendo y recreando, evadiendo conflictos que podrían postergar desde una repisa que no se reparó en la casa hasta aquel problema que no tuvo discusión o se habló”,
Ambos especialistas coincidieron en que, con este confinamiento, las parejas comienzan a conocer o a convivir con otra fase de sus parejas que no conocían o que evitaban.
