La sal es el condimento más utilizado en la alimentación diaria de las familias mexicanas; no obstante su consumo excesivo ocasiona enfermedades cardiovasculares y renales presentándose con mayor frecuencia en la población a partir de los 20 años de edad.
La licenciada Montserrat Vallejo Vilchis, especialista en Nutrición adscrita al Hospital de Gineco Ostetricia 221 del instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en la Delegación Estado de México Poniente., recomienda que la ingesta diaria de sal no sea superior a los seis gramos diarios, equivalente a una cucharada cafetera.
El consumo moderado de cloruro de sodio ayuda a mantener una buena hidratación en el cuerpo y mantiene el equilibrio de los ácidos en el organismo, además de favorecer la correcta digestión.
El aumento de sal en el organismo hace que la sed se intensifique y como consecuencia el cuerpo retenga mayor cantidad de líquidos, ensanchando el volumen de los músculos e incrementando la presión arterial, ya que el trabajo del corazón se acelera.
Este mineral lo podemos encontrar con mayor frecuencia en los alimentos industrializados al ser utilizado como conservador, lo que ocasiona un hábito y un gusto especial por adquirir estos productos ya que por su alta concentración se potencializa su sabor.
Actualmente esta Delegación promueve la detección oportuna de enfermedades cardiovasculares y renales, informa a la población de estilos de vida saludable de acuerdo a su edad, peso y sexo, como es comer en horarios establecidos, realizar mínimo treinta minutos de ejercicio diario, evitar el consumo de alcohol y tabaco; ya que se ha comprobado que el dejar de fumar previene hasta en un 50 por ciento el padecer alguna enfermedad del corazón, mencionó Vallejo Vilchis.
Asimismo, recomendó un plan de alimentación basado en el consumo de carnes y queso con bajo contenido de grasa saturadas (aves sin piel, pescado, queso cottage y queso tipo panela), moderar el consumo de vísceras, así como sazonar los alimentos con hierbas de olor como es el epazote y el cilantro; ingerir bastante agua y agregar alimentos con altos contenidos en fibra.
