A pesar de la importancia que tiene el frijol en la agricultura y en la alimentación de los mexicanos, año con año su cultivo y consumo disminuye; si bien hasta hace sólo dos décadas el consumo per cápita se ubicaba en 20 kilos, en la actualidad está en ocho kilos, señalaron investigadores de la Facultad de Ciencias Agrícolas de la Universidad Autónoma del Estado de México.
Mario López Rodríguez aseguró que son diversos los factores que han influido para llegar a esta situación; sin embargo, expuso la importancia de retomar diferentes sistemas para mejorar y preservar la producción de frijol, fundamental en la alimentación de los mexicanos, pero también por las ganancias para los productores.
El investigador universitario consideró que es sumamente benéfico retomar el sistema de producción asociación frijol-maíz y demostrar que es factible y redituable para el productor, principalmente cuando su terreno es pequeño.
El autor del trabajo “El sistema de producción asociación frijol-maíz, una alternativa de producción en el Estado de México” refirió que a través de éste es factible retomar e impulsar la producción de frijol, aunque precisó que requiere un poco más de mano de obra para la siembra y cosecha, en comparación con los unicultivos.
Subrayó la importancia de analizar la utilización de las variedades de frijol adecuadas, así como los híbridos de maíz que deben ser tolerantes al acame –doblez de la raíz o tallo de las plantas-; en general, ambas especies deben coincidir en su ciclo de desarrollo, la densidad de población adecuada, fertilización y control de la maleza se debe realizar en el momento oportuno.
Es así, sostuvo, como el terreno será más eficiente, se incrementará el ahorro de luz y agua, y se reducirá la aplicación del nitrógeno, porque el frijol fija el nitrógeno; el universitario sostuvo que a través de este sistema se puede alcanzar una producción de dos toneladas y media por hectárea de frijol y cinco toneladas por hectárea de maíz.
Además, indicó Mario López Rodríguez, este sistema de producción promueve la considerable reducción del uso de plaguicidas, contribuyendo al cuidado del ambiente.
