En el estado de México hay 1.2 millones de personas que tienen una discapacidad, pueden ser de orden visual, física, auditiva, mental, motriz o de comunicación y sólo el 9 por ciento tiene condiciones para poder trabajar, sin embargo, sólo 582 mil 807 están integradas en la actividad económica.
Adicional a esto hay 4.7 millones de mexiquenses que forman parte de un grupo vulnerable, esto es adultos mayores, parte de grupos indígenas o con cierta identificación de género, a quienes se ha complicado de manera histórica el acceso a un empleo.
Durante la inauguración del Segundo Congreso de Inclusión Laboral que organiza la Secretaría del Trabajo del Estado de México, Maribel Góngora Espinosa, secretaria del Trabajo, refirió que la política pública actual está orientada a involucrar al total de la población en una actividad productiva, ampliar sus oportunidades y aprovechar sus fortalezas.
En este sentido dijo, las empresas líderes en inclusión tienen mejores oportunidades de crecimiento y competitividad, avanzar hacia la diversidad e inclusión es además una oportunidad de generar nuevos proyectos de negocio y empresa.
Refirió que el marco de la estrategia “Abriendo Espacios” se da el enfoque de capacitación y certificación de habilidades para una vinculación efectiva.
En el evento participaron representantes de empresas y líderes sindicales quienes señalaron que las personas con una discapacidad suelen desarrollar habilidades extraordinarias que permiten mejorar resultados en ciertas áreas del proceso productivo e incrementar la eficiencia de las organizaciones.