El Índice de Paz México (IPM) 2017, elaborado por el Instituto para la Economía y la Paz (IEP), señala que el nivel de paz tuvo un deterioro de 4 por ciento en 2016, lo cual se debe principalmente a un aumento de 18 por ciento en la tasa de homicidio, del que 61 por ciento se cometió con un arma de fuego.
El estado de México se ubicó a la mitad de la tabla, en zona amarilla, aunque mejor clasificado que la Ciudad de México, Jalisco o Nuevo León.
De acuerdo con el IEP, el estado de México obtuvo una puntuación de 2.042, lo que significó que se ubicara en el lugar número 14 en la clasificación nacional, frente a una puntuación de 3.927 de Guerrero, la peor de la república mexicana, y, en contraste, 1.239 registrados en Yucatán, el estado más pacífico del país.
La clasificación del IEP colocan al estado de México en un grado de paz similar al de San Luis Potosí y Durango. La Ciudad de México alcanza una puntuación de 2.550 unidades y se ubica en el sitio 22, ocho lugares peor que el estado de México.
De acuerdo con el estudio, “es la primera vez que México presenta una disminución en el nivel de paz después de haber comenzado a mejorar en 2012”.
El IPM 2017 señala de manera especial los elevados costos que tiene la violencia en México, ya que su impacto representa 18 por ciento de la economía mexicana, el equivalente a 3.07 billones de pesos, lo que significa que la violencia le costó a cada mexicano 25 mil 130 pesos en el 2016, pero en algunos estados el impacto es mucho mayor, por ejemplo, en Colima fue de casi 66 mil 500 pesos por persona.
El estudio indica que la violencia “también tiene un efecto adverso en las empresas, las cuales identifican a la inseguridad y la delincuencia como su principal preocupación, muy por encima de otros temas como los impuestos y la corrupción”.
México ocupó la posición 140 de los 163 países evaluados en el Índice de Paz Global 2016, elaborado también por el IEP.
Uno de los datos positivos es que a pesar del retroceso del 2016, México sigue siendo casi 14 por ciento más pacífico que en el punto máximo de la guerra contra las drogas en 2011; y 21 de los 32 estados han logrado mejoras.
El IPM 2017 toma en cuenta en su clasificación la tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes, el número de crimenes violentos por cada 100 mil habitantes, el numero de crímenes cometidos con arma de fuego por cada 100 mil habitantes, el número de personas detenidas sin una sentencia y la cifra de extorsiones, crimenes relacionados con drogas y secuestros por cada 100 mil habitantes, aunque admite que muchos de estos crimenes hay un subregistro
