Como resultado del proyecto de investigación «El ecosistema del libro en el Estado de México. Hacia un observatorio de la lectura» se han publicado tres libros, un manual, folletos, hojas sueltas y 14 cuadernillos de trabajo, a la par de que está al aire un podcast y está disponible una página web, productos en los que se ofrece la idea más completa hasta la fecha de las ricas y variadas formas en que trabajan editoriales, librerías, bibliotecas, promotores de lectura, autores y lectores.

Sin embargo, el proyecto pionero sobre la lectura en el Estado de México también ha permitido saber que no ha diálogo entre los actores del ecosistema del libro en la entidad más poblada del país y con el sistema educativo más grande, pese a los esfuerzos que realiza cada uno por su parte, los cuales hablan de gran creatividad, ingenio y resultados exitosos, tanto en la producción editorial como en la organización de ferias, el sostenimiento de librerías, la promoción de la lectura y la venta.
En la presentación del libro ¿Dónde están los lectores? El ecosistema del libro en el Estado de México, editado por El Colegio Mexiquense, el coordinador de la obra, Sebastián Rivera Mir, se refirió al proyecto original que con el apoyo del entonces Conahcyt, reunió a más de 20 colaboradores en las primeras tareas de ir y preguntar a los actores del ecosistema sobre su trabajo, logros, necesidades, propuestas y resultados.
Defendió el concepto de «ecosistema» porque hay una diversidad de actores, procesos dinámicos y espacios, que está amenazado de manera constante por la centralidad de las acciones de los gobiernos y los monopolios de las grandes empresas editoriales.
Rivera Mir consideró muy importante respetar los derechos de los no lectores e incluso sugirió hacer un congreso dedicado a ellos, cuestionó la relevancia que se concede a las cifras oficiales y los promedios de lectura, sin tomar en cuenta el dinamismo que hay en el ecosistema, a la vez que puso en duda el librocentrismo porque coloca en un pedestal al libro y se olvida de muchos otros productos, como los cómics y las revistas.
Dijo que el propósito último del proyecto, ahora con el apoyo exclusivo de El Colegio Mexiquense, es promover la lectura en el Estado de México, mejorar las condiciones en que se realiza y conectar a los actores del ecosistema.