Jorge Alberto Vargas Ibarra, ingeniero civil, maestro en administración, y Premio Estatal de la Juventud por su trabajo en pro del medio ambiente, detalló que su labor se centra en la implementación de proyectos sustentables en zonas rurales de México, con un enfoque en la minimización del impacto ambiental.

Señaló que sus iniciativas incluyen la instalación de paneles solares en comunidades alejadas y la capacitación en el uso del agua pluvial, reduciendo la necesidad de recorrer largas distancias hasta los ríos, de ahí la importancia de la educación ambiental, como generadora de conciencia en diferentes generaciones.
“No podemos seguir dañando a la naturaleza solamente por dañarla, tenemos que tratar de ser amigables con ella para que nos pueda dar algo o regresarle, mejor dicho, algo de lo que de tanto que nos ha dado la tierra. Hay que convivir con ella, hay que trabajar con ella y hay que vivir en ella y por tanto”.
Sus proyectos, dijo, se alinean con la Agenda 2030 de la ONU, reconociendo que los recursos naturales se pueden acabar, por lo que es una necesidad urgente su conservación.
Relató que su trabajo comenzó como un proyecto universitario y ha evolucionado gracias a la colaboración con académicos, dependencias gubernamentales y organizaciones civiles, y que si bien, su trabajo se concentra en zonas rurales por la mayor conexión de sus habitantes con la naturaleza, también realiza proyectos en áreas urbanas.
Finalmente, consideró que el apoyo gubernamental ha mejorado, especialmente con la actual gobernadora, pero aún se necesitan más políticas públicas para impulsar la sustentabilidad; y que de manera particular, su objetivo es crear mesas de trabajo con autoridades para promover iniciativas ambientales y lograr un impacto positivo a gran escala, por lo que el premio recibido es un impulso para continuar su labor y amplificar su mensaje de conciencia ambiental.