Luego de dos años de haber quedado cancelada la peregrinación anual a la Basílica de Guadalupe de manera presencial, debido a la pandemia de Covid-19, este año la Arquidiócesis de Toluca retomará dicha tradición del 13 al 16 de febrero. La romería llega a congregar hasta 80 mil feligreses.
El vocero de la Arquidiócesis de Toluca, Jorge Rosas Suárez detalló que el responsable de la organización del traslado a pie de los fieles, el padre Jorge García, lleva a cabo los preparativos necesarios y las reuniones con los encargados de las comunidades que habrán de integrarse a la caminata al templo ubicado en la Ciudad de México.
Asimismo, agregó, hacen los trámites respectivos con las instituciones tanto de Salud como del área de Protección Civil del gobierno estatal para las tareas de cuidado y seguridad de las y los peregrinos. También se comienza a dar las primeras indicaciones a las personas que habrán de participar.
A la par, añadió, se lleva a cabo el registro de personas que habrán de llegar a la zona centro de la capital mexiquense en las vísperas de la partida al templo del Tepeyac para la adecuación de espacios donde pernoctarán los distintos contingentes de fieles, los cuales partirán en las primeras horas de Catedral de Toluca el lunes 13 de febrero.
Recordó que a esta procesión se integran fieles de los decanatos Chalma y la Diócesis de Atlacomulco, entre otros.
Rosas Suárez indicó que dichos sitios pudieran ser la explanada del Teatro Morelos, la Plaza Fray Andrés de Castro, en Los Portales, y las inmediaciones de la Catedral de Toluca, así como estacionamientos, plazas públicas o espacios acondicionados en las parroquias aledañas al centro de Toluca.
Resaltó que, en los días previos a la peregrinación, en las distintas parroquias de los municipios que participan como Zinacantepec, Almoloya de Juárez, Temascaltepec, Tenango del Valle, Villa Cuauhtémoc, Donato Guerra, entre otros, efectúan jornadas de oración y ejercicios de piedad como forma de preparación.
Destacó la fase de orientación encabezada por los responsables de cada parroquia en temas de orden, respeto y seguridad en el trayecto, tanto a las autoridades participantes, como automovilistas, y entre los mismos peregrinos.
