La actividad física ayuda a aumentar el suministro de oxígeno a todas las partes del cuerpo, lo que hace que las células tengan más energía, así lo asegura un estudio realizado por la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología para conocer los beneficios del ejercicio en los niños.
De acuerdo con los resultados de la investigación realizada con niños de entre 6 y 8 años de edad, los menores que practican alguna actividad física de moderada a vigorosa que los haga sudar tienen menos riesgo de padecer depresión.
Además obtienen otros beneficios como menor riesgo de obesidad, trastorno de déficit de atención, desarrolla su autoestima y mejora su concentración por lo que obtienen mejores calificaciones escolares.
Los científicos señalan que estos resultados indican que la actividad física se puede usar para prevenir y tratar la depresión en la niñez.