Realizar ejercicio al aire libre es mejor que practicarlo en un gimnasio y más en días de frío, así lo revela una investigación realizada por la Universidad de Essex en el Reino Unido.
De acuerdo con el estudio, el frío puede llegar a ser un factor positivo a la hora de realizar ejercicio físico porque la baja temperatura corporal provoca una mayor necesidad de consumo de energía por parte de las células, para transformarla en calor.
Lo que se traduce en un mayor gasto de calorías, mejora en la capacidad cardiaca y pulmonar, dejando al deportista preparado para afrontar las bajas temperaturas durante el día.
Los científicos recomiendan usar ropa térmica si se va a ejercitar al aire libre en días de frío y al terminar la sesión de ejercicio darse una ducha de agua caliente, para que todo el cuerpo entre en calor.