Realizar ejercicio mejora la memoria de corto plazo, así lo asegura un estudio realizado por la Universidad de Edge Hill en Lancashire, Reino Unido.
Durante la investigación se entregó a personas con un estilo de vida activo listas de palabras para memorizar, ya fuera antes o después de una sesión de ejercicio físico, o antes o después de un período de descanso. La sesión de ejercicio físico consistió en 30 minutos de pedalear en bicicleta con una intensidad moderada.
Los resultados mostraron que, si se trataba de recordar las palabras inmediatamente después de aprenderlas, realizar ejercicio físico antes de aprender producía los mejores resultados, en comparación con haber descansado. Cuando se les pedía a los sujetos de estudio que esperaran 30 minutos entre aprender y realizar la prueba de recordar, ejercitarse antes o después del aprendizaje era mejor que descansar, obteniéndose los mejores resultados cuando los participantes se habían ejercitado tras aprender las palabras.
Los resultados de este estudio sugieren que un episodio agudo de ejercicio aeróbico mejora nuestra memoria de corto plazo. Los participantes del estudio que se ejercitaron antes de aprender les ayudó a obtener un recuerdo inmediato. Pero cuando tenían que esperar para recordar las palabras, se desempeñaban mejor cuando se ejercitaban tras haberse aprendido las listas. Esta mejora de la memoria no surgió a costa de equivocarse más cuando recordaban.
Estos resultados concuerdan con la idea de que la excitación física, como la alcanzada cuando se hace un esfuerzo físico importante, activa recursos cerebrales que ayudan a reforzar la capacidad de memorizar.