Y como ocurre en estas fechas, el tráfico vehicular ha hecho de las suyas en Toluca y los municipios aledaños. Entre las compras de fin de año y las reuniones sociales, el aumento de autos particulares en circulación es más que notorio, lo mismo que embotellamientos, choques por alcance y siniestros.
Pero esta situación está a punto de terminar. A partir de hoy se irán miles de habitantes de esta capital a otros estados o fuera del país a pasar las fiestas de fin de año. Toluca podrá descansar dos semanas de la contaminación que generan los vehículos en movimiento y la actividad humana en general.
La ciudad sufre todos los días daños a nivel del suelo, aire, agua y tranquilidad. Ayudaríamos a su estabilidad si usáramos menos luz, agua, gas y papel.
Por ejemplo: no dejando las computadoras en hibernación durante la noche, sino apagarlas; evitar la compra de botellas con agua y en su lugar usar un contenedor y pagar las cuentas por internet para evitar el papel.
Toluca es una ciudad en constante crecimiento. Es nuestro hogar y se compone de un espacio privado y otro espacio público. A los dos estamos obligados a cuidar.
