Durante el Foro Mexiquense por la Dignificación Policial, Iván Emmanuel Chávez Espejel, presidente de la Asociación Civil Ciudadanos Uniformados señaló retos y fortalezas con las que cuentan las Policías en el estado de México donde destacó como fortalezas tener un esquema mínimo de seguridad social, la voluntad política para escuchar, la capacitación por encima de la media nacional, la existencia de un Centro de Confianza y Trato humano, sin embargo, son más los retos que se tienen, ya que si bien se contemplan derechos en la Ley de Seguridad del Estado de México, no establece garantías para su ejercicio.
“No establecen los mecanismos a través de los cuales los policías deban hacer uso y exigir esos derechos, sin una garantía que nos permita hacer respetarlos, no vamos a poder plasmar estos derechos en la vida y en el oficio de cada uno de los policías, peritos y MP”.
Entre los principales retos que tienen las policías en la entidad se encuentra disminuir la siembra de delitos ya que el estado de México ocupa el segundo lugar en delitos falsos.
“A veces ordenado, a veces provocado, pero estas cifras que tenemos actualmente en el semáforo oficial, son cifras desgraciadamente equivocadas, las cifras reales son otras, hay que combatir este problema de la siembra de delitos”.
Disminuir los abusos en los corralones, así como evitar que los policías reciban dinero de los propios corralones por llevar vehículos.
Aumentar el estado de fuerza operativo, ya que el estado de México no alcanza ni siquiera la media de los policías por habitante que establece la ONU.
Evitar la militarización de la seguridad pública, ya que a pesar de que la demanda por inseguridad obliga que se usen las fuerzas armadas, al ser un problema de seguridad nacional; los militares deben ser de apoyo, y que sea la policía quien encabece las operaciones a diferencia de como hoy sucede.
Debe existir un aumento de presupuesto para seguridad pública por lo menos en el tema de pensiones, ya qué hay mujeres que no han recibido indemnización de los policías fallecidos, pues ellas padecen con los gastos de sus hijos, a pesar de que su esposo no falleció en situación de una fiesta, sino por combatir la inseguridad.
