A uno de los sectores que le va re bien con la pandemia es al sector farmacéutico: está vendiendo lo habitual más tratamientos para el coronavirus y, próximamente, las vacunas contra el COVID-19.
Desde marzo del año pasado ya se avizoraba un aumento en las percepciones de las farmacéuticas y esto se confirmó con su acciones en las bolsas de valores, principalmente la de Nueva York, en Estados Unidos. Y claro, hablamos de miles de millones de pesos que harán que esta industria se siga posicionando por arriba de los bancos en cuanto a rentabilidad.
Hay que reconocer también que la salud es un negocio: todas las personas nos enfermamos, somos susceptibles a enfermedades graves y siempre existirán nuevos padecimiento, en función del estilo de vida. Así que no los que eligieron la producción, distribución y venta de medicamentos lo saben. Como dicen por ahí: “desde el punto de vista de la gran industria farmacéutica, la mala salud es muy saludable”.
En otras palabras, si no queremos estar enfermos o contribuir a la realidad de enriquecimiento de las farmacéuticas, hoy y ahora hay que tomar decisiones a favor de nuestra salud.
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