Ni un día le duró el gusto al presidente de Argentina, Alberto Fernández, citar que “los mexicanos salieron de los indios, los brasileños de la selva y los argentinos de los barcos que venían de Europa” pues se tuvo que tragar sus palabras y pedir disculpas. Obviamente, una declaración como la que hizo iba a causar molestia en propios y ajenos y más contando en la actualidad con redes sociales donde la información y las opiniones se vuelcan en segundos.
Es notorio que con sus dichos el mandatario del país sudamericano quiso ponderar la ascendencia de los argentinos sobre la de los mexicanos y brasileños, pero de lo que dio muestra es de ignorancia hacia la riqueza cultural y de identidad que los pueblos nativos de México y Brasil han aportado a América Latina y el mundo. Basta decir la visión del cosmos, las tradiciones, las técnicas artesanales, la música, la danza y la gastronomía.
Es así como el presidente de Argentina terminó por escribir en la red social del pajarito que “a nadie quiso ofender”. Como advierte el dicho: el que quiere quedar bien termina mal consigo mismo.
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