Ya sé que no tiene nada de malo que al presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, le guste el béisbol y que, como todo ser humano tiene derecho al descanso y distracción y por ello ahora se le vea en un video dando batazos.
Pero es que en México estamos viviendo una pandemia que nos tiene a varios millones en onfinamiento -y lo que todo esto representa-, a unos más en la calle buscando sobrevivir y al resto en hospitales. Y pues no se le han oído palabras al jefe del Ejecutivo federal de empatía o solidaridad mas que “vamos a salir de esta” y “aplanamos la curva” que, dicho en términos reales, si salimos, no sabemos cómo y lo de aplanada, aquí y en China es horizontal y no como nos la quieren hacer notar.
Desde luego, no se piensa que el mandatario acuda a los hospitales a supervisar labores porque corre un riesgo a su salud pero nada le cuesta, o a lo mejor mucho, dirigir unas palabras a la gente que está encerrada en sus casas, a los de calle enviar una frase de aliento y a los enfermos un mensaje de confianza. La empatía es también una virtud de los políticos.
Escucha el comentario de Patricia Maldonado:
