Los mexicanos estamos perdiendo la forma. Me refiero a la forma física. Caminamos con la espalda y cuello doblados, nuestros músculos están flácidos y la grasa se endurece en vientre, piernas y parte trasera.
No se necesita ser experto para saber que seguimos comiendo mal, mucho y que no hacemos ejercicio. Observémonos entre nosotros y a solas, de frente y de perfil. Nos brota y rebota la panza.
Muchos ya caminan con lentitud y dificultad; les cuesta respirar o les duele algo. Igual les sucede a ricos que a pobres, güeritos o morenos, grandes o chicos. Siete de casa diez mexicanos hoy en día tenemos sobrepeso, según la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos.
Estamos perdiendo nuestra forma y la dimensión de las consecuencias. ¿A dónde pretendemos llegar con sobrepeso y luego obesidad si es que nos lo hemos preguntado?, ¿Hasta cuándo tomaremos en serio lo de llevar una forma de vida saludable?