Con la finalidad de mejorar la inclusión, adaptabilidad y comunicación de niños con autismo, así como poner la tecnología al servicio de la sociedad, la empresa jalisciense Ludaby ha creado juguetes que facilitan este tipo de actividades tanto en terapias especializadas como en el uso doméstico.
Cubos texturizados, superficies luminosas y plataformas multicolores que se controlan desde un teléfono celular o dispositivo móvil, son las innovaciones que esta empresa mexicana ha desarrollado luego de una validación con asociaciones civiles en Guadalajara relacionadas con el estudio y tratamiento del autismo en niños.
«Estos juguetes están centrados en la estimulación sensorial, que es siempre una puerta al aprendizaje. Sabemos que cada caso es único; el niño puede tener un sentido más desarrollado e incluso uno que pueda llegar a molestarle», compartió el ingeniero José Kaled Ávila Name, uno de los fundadores de Ludaby, en entrevista para la Agencia Informativa Conacyt.
Para el desarrollo de los prototipos, Ludaby hizo convenios con instituciones en Jalisco que atienden a niños con autismo. Con retroalimentación de 25 terapeutas y alrededor de 50 familias de niños con autismo, lograron validar los materiales, la forma, los colores y funcionamientos de cada uno de los juguetes.
Las pruebas duraron tres meses y arrojaron como resultado lo que hoy día está en proceso de comercialización.
Sin embargo, Ávila Name reconoció que los juguetes por sí mismos «no son capaces de lograr nada, es a través del uso que se haga de ellos cómo los niños con autismo pueden mejorar en sus relaciones y comunicación con los demás. Están hechos para que no solo sean usados en terapia, sino en las actividades diarias dentro de la casa».
El cubo visual está fabricado en plástico en un molde de inyección. Contiene un circuito con iluminación a base de leds que prenden en 10 colores sólidos distintos desde un teléfono celular o dispositivo móvil a través de una aplicación. Este juguete es ideal para relacionarse con actividades específicas en la rutina diaria, como cambiarse la ropa, comer o lavarse los dientes.
El tablero visual es una superficie cuadrada realizada en resina con la misma tecnología de iluminación del cubo. Dividido en cuatro secciones, el niño trabajará con ejercicios de acción-reacción, reforzando también su precisión manual. La superficie motriz es rectangular y contiene ocho secciones, donde el niño se pone de pie, ejercita sus habilidades motrices y reacciona igual a estímulos visuales, ya que cada sección se ilumina igualmente con tecnología led que se controla desde una aplicación móvil.
El cubo táctil está elaborado en una resina totalmente sellada, que impide que cualquier componente del juguete salga.