Ya pasaron 40 días de que celebramos la Navidad y ahora toca hacerlo por el Día de la Candelaria. Pero en esto hay que empezar por saber que los primogénitos de los judíos deberían ser presentados por sus padres en el templo justo a los 40 días de nacidos y una vez que la madre había eliminado cualquier rastro de sangre como resultado de su parto.
En segundo lugar que lo de la Candelaria viene de la Fiesta de las Candelas que alude a las velas que se llevan a bendecir como parte del festejo de hoy y para honrar a la Virgen de la Candelaria o Nuestra Señora de la Candelaria que se halla en España, con su historia peculiar y para guiar hacia el buen camino, la redención y avivar la fe en Dios. Y, en tercer lugar está lo de los tamales que en estas fechas coincidía con los rituales prehispánicos relacionados con el periodo agrícola del maíz marcando el final de un ciclo y el inicio de otro. La costumbre de comer tamales es pues símbolo de renovación y abundancia.
Ahora sí, recordando lo básico de este 2 de febrero, a llevar al templo a las figuras del Niño Dios, como solo se hace en México, y a consumir tamales rojos, verdes, amarillos o por los ingredientes. Y claramente, acompañarlos de atole que también hay amplia variedad de colores y sabores.