Endeudados, los ayuntamientos mexiquenses

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El arranque de las 125 nuevas administraciones municipales del estado de México es lento y complicado, principalmente por el grave endeudamiento que heredaron de los alcaldes salientes, el creciente índice delictivo, infraestructura urbana en grave deterioro y un raquítico sistema de recaudación que les impide allegarse de recursos propios para operar sus aparatos administrativos y emprender programas de obra pública capaces de atender las demandas más apremiantes de la población.

La inseguridad y la infraestructura, pendiente de los nuevos ayuntamientos (Foto: Especial).

El pasado 1 de enero entraron en funciones en el estado de México 125 nuevas administraciones municipales, bajo una nueva conformación política en la cual el PRI dejó de gobernar la mayoría de los ayuntamientos mexiquenses, posición que ahora ocupa el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), que gobierna 55 municipios, entre ellos los de mayor presupuesto y más poblados, considerados estratégicos en materia política y administrativa.

Sin embargo, más allá de la filiación política de los nuevos presidentes municipales del estado de México todos tienen un común denominador: encabezan administraciones técnicamente en quiebra, que difícilmente podrán siquiera sostener asuntos operativos esenciales como el pago de sus nóminas y la prestación de servicios públicos, asunto este último que es su principal responsabilidad ante los ciudadanos que, vía el sufragio, les otorgaron la confianza en la elección del 1 de julio del 2018.

De los 125 municipios del estado de México, las deudas en 82 de ellos rebasan el 40 por ciento de sus ingresos ordinarios, situación que viola el artículo quinto de la Ley de Ingresos de los Municipios y los coloca en el Sistema de Alerta financiera, por lo que incluso no podrán siquiera recurrir al crédito para salir de su precaria situación.

En el segundo año de las pasadas administraciones municipales los 125 gobiernos municipales del Estado de México incrementaron su deuda pública en al menos 2 mil 905 millones 743 mil pesos, y pasaron de 15 mil 713 millones 882 mil pesos, al inicio del 2016, a 18 mil 619 millones 625 mil 600 pesos al cierre del 2017.

Los alcaldes salientes realizaron compromisos a corto plazo del orden de 12 mil 180 millones 807 mil 400 pesos con proveedores diversos, y la mayor parte de esa deuda nunca se pagó, por lo que la heredaron a quienes asumieron los ayuntamientos a partir del primer día del actual año.

Los municipios que más deben

Los 10 ayuntamientos más endeudados del estado de México, los cuales concentran más de 62 por ciento de la deuda total municipal en la entidad, cuyo monto hasta el 2017 era de 18 mil 685 millones de pesos, son: Ecatepec, Naucalpan, Tlalnepantla, Atizapán, Cuautitlán Izcalli, Huixquilucan, Coacalco, Toluca, Nezahualcóyotl, Ixtapaluca, Nicolás Romero y Zinacantepec.

Estos ayuntamientos adeudan 6 de cada 10 pesos de los pasivos municipales registrados en el Estado de México, los cuales no sólo son con la banca comercial o de desarrollo, o bien con empresas paraestatales como la Comisión Federal de Electricidad, Comisión del Agua del Estado de México o Comisión Nacional del Agua, pues los gobiernos municipales salientes dejaron compromisos de pago con empresas y personas físicas con actividad empresarial que estaban dadas de alta como proveedores de bienes y servicios.

El municipio con la deuda más elevada en el estado de México es Naucalpan, con mil 603 millones de pesos hasta 2017, el cual hace más de cuatro años tiene pasivos superiores a los mil 500 millones de pesos, los cuales se incrementaron al 250 por ciento durante la gestión del ahora diputado local del Partido Acción Nacional, Edgar Olvera Higuera.

El segundo puesto en la lista de municipios más endeudados del Estado de México es Ecatepec, con mil 595 millones de pesos, el cual incrementó 40 por ciento su deuda en el primer año del alcalde Indalecio Ríos, del Partido Revolucionario Institucional, al pasar de mil 139 millones de pesos a mil 595.

Atizapán de Zaragoza se ubica en el tercer lugar con mil 39 millones de pesos, y en cuarto lugar se ubica Huixquilucan, que gobierna nuevamente el panista Enrique Vargas del Villar, con deuda que asciende a 986 millones de pesos.

Tlalnepantla que gobernaba la priista Denisse Ugalde Alegría registra una deuda de un poco más de 903 millones de pesos, y finalmente Toluca con deuda que creció 65 por ciento, hasta sumar 656 millones de pesos.

La mitad de ayuntamientos en quebranto financiero

La diputada Azucena Cisneros Coss, de Morena, quien preside la mesa directiva de la LX Legislatura del estado de México en su primer año de sesiones, sostuvo que por lo menos la mitad de los 125 municipios del estado de México presentan “quebranto financiero” al arribo de los nuevos presidentes municipales.

“Los pasados gobiernos municipales, principalmente del PRI, no cumplieron con el pago a proveedores, incluso a los empleados municipales, y muchos sindicalizaron de manera irregular a personal de confianza”, sostuvo.

Ejemplificó que en el municipio de Ecatepec, en la nómina de una regiduría, se observó a 40 empleados de confianza que pasaron a ocupar una plaza de sindicalizados.

La legisladora mexiquense detalló que “los priistas no se midieron, al dejar las administraciones lo hicieron con la intención de saquear las arcas de los municipios que gobernaron, por ello la Legislatura hace un recuento de la situación, pese al periodo de receso”.

Inseguridad y falta de infraestructura, los pendientes

Además de deudas que ponen en entredicho la operación financiera de los nuevos ayuntamientos mexiquenses, éstos enfrentan dos grandes problemas: inseguridad y falta de infraestructura.

La inseguridad es la principal preocupación de los habitantes del Estado de México, de acuerdo con la más reciente encuesta del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) sobre percepción ciudadana.

Las estadísticas disponibles del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública revelaron que aunque delitos como robo en transporte público y secuestros registran una leve baja, van en aumento otros como homicidios dolosos, feminicidios y las carpetas de investigación por abuso sexual.

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