Expresar los sentimientos provoca alteraciones fisiológicas en el cerebro, por ejemplo, cuando nos enojamos existe una mayor conexión entre las neuronas.
De acuerdo con un estudio realizado por la Universidad Hebrea de Jerusalén, mostrar los sentimientos de odio y enojo hacen a las personas más felices, porque se aumenta la producción de neurotransmisores, liberando dopamina y adrenalina, sustancias que hacen al organismo sentirse feliz.
La investigación revela que, aunque la mayoría de las personas que participaron en el estudio querían experimentar más momentos placenteros, el mayor nivel de satisfacción lo alcanzaban cuando expresaban las emociones que sentían, aunque fueran de tristeza, rabia o enojo.
Por ejemplo, si alguien se enoja por determinada situación y acepta ese sentimiento, su felicidad total es mayor que aquel que no se molesta pero le gustaría hacerlo.
La conclusión de los científicos es que se deben de experimentar sentimientos negativos porque no siempre se puede estar alegre para ser feliz.
