El instructor especializado de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (Codhem), Francisco Javier Fonseca, impartió la conferencia “Comunicación familiar”, en el marco de las acciones de capacitación a distancia que el organismo encabezado por el doctor Jorge Olvera García, ofrece al público en general.
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Explicó que niñas, niños y adolescentes tienen derecho a vivir en familia, a crecer y a desarrollarse en su seno, protegidos y rodeados de afecto, pero, ante todo, con respeto a su dignidad; para ello, una familia debe saber comunicarse adecuadamente, dando a cada uno de sus miembros la oportunidad de expresar sus ideas, sentimientos y necesidades con libertad, directa, tranquila y honestamente, siendo respetuoso con los demás.
Entre padres e hijos, dijo el especialista, la comunicación asertiva es fundamental porque fomenta el diálogo y la sana convivencia familiar, porque implica el intercambio de ideas, propuestas y opiniones, expresadas con respeto y credibilidad; lo cual ayuda a proteger la buena relación en la familia dejando de dar solo instrucciones u órdenes a las y los hijos o a la pareja, para practicar una escucha afectiva, empática y comprensiva.
Francisco Fonseca recomendó dar valor a las palabras de todos y cada uno de los integrantes de la familia por igual; nunca corregirlos frente a los demás y darles confianza al permitirles que se expresen libremente; no criticar ni burlarse de ellos, evitar insultos y apodos porque pueden llevar a la violencia verbal y psicológica.
El experto dijo que cuando hay un problema en la familia lo mejor es no buscar culpables sino asumir responsabilidades y empezar a buscas soluciones; no mezclar el pasado ni aprovecharse de las debilidades de las otras personas y hacer todo para acabar las discusiones lo más pronto posible.
Mencionó que durante el confinamiento social por la pandemia de Covid-19, muchas familias se dieron cuenta de que a pesar de vivir en la misma casa y pasar horas juntos, no se conocían porque no platicaban sobre sus gustos, aficiones ni compartían pasatiempos ni hablaban sobre sus experiencias diarias, por lo que es necesario reflexionar sobre ello y entender que aún es tiempo de empezar a comunicarse.