La fiesta de la Epifanía, mejor conocida como la llegada de los Reyes Magos y que prolonga los festejos de la navidad, celebra la manifestación de Dios para todos los pueblos, así lo consideró Santiago Ruiz, párroco de la iglesia de San Felipe de Jesús, en Toluca, quien además señaló que en la actualidad se ha trivializado su significado otorgándole mayor valor a las cosas materiales.
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Los reyes venidos de oriente ofrecieron al niño Jesús oro para reconocerlo como rey, incienso, para resaltarlo como Dios y mirra, para distinguir a Dios hecho hombre y que se entregó a la muerte para darle vida a la humanidad, explicó.
Lo más importante, añadió el sacerdote, es que en la Epifanía Dios se hace un regalo para los hombres a través de su hijo, un obsequio de amor a la humanidad, es decir, hay un intercambio de regalos donde los católicos reconocen al creador como Rey a través de su fe y su adhesión.
El padre Santiago Ruiz explicó que en esta época llamada de la posmodernidad, la llegada de los Reyes Magos da mayor importancia a los regalos materiales, es decir, los papás han acostumbrado a sus hijos a darles obsequios costosos como signo de valor y de esta forma, añadió, trasmitir que el éxito se da por la posesión de bienes materiales.
El sacerdote de la parroquia de San Felipe de Jesús aseguró que los bienes materiales no satisfacen la felicidad y la realización de las personas, más bien, comentó, es hacer el bien y ayudar a los demás. Por tanto, la celebración de la Epifanía tendría que ser una fiesta para reafirmar el compromiso de amar a Dios, a los hermanos y educar a los niños en ser buenas personas, concluyó.