El melanoma es un tipo de cáncer de piel que se presenta, principalmente, por la radiación ultravioleta procedente de la luz solar. Se encuentra entre los primeros cinco lugares de mortalidad por cáncer; sin embargo, si se detecta de manera oportuna puede ser curable hasta en un 90 por ciento, así lo detalló la doctora Kenya Illinois Sayago Sánchez, dermatóloga, adscrita al Hospital General de Zona (HGZ) No. 58, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) del Estado de México Poniente.
El principal factor de riesgo son las quemaduras solares. Este tipo de deterioro en la piel es acumulativo, por lo que a los 20 años de edad una persona ya habrá recibido el 80 por ciento de daño solar, así lo indicó la especialista en dermatología.
Otro de los factores de riesgo son las causas genéticas, es decir, si existe en los familiares cercanos al antecedente de este tipo de cáncer; asimismo, las personas con piel clara tienen mayor probabilidad de desarrollarlo.
Es más probable encontrarlo en áreas expuestas al sol, como son la espalda y las extremidades, donde se pueden observar manchas o cambios de coloración en lunares, ya que pueden ser detonantes o condicionantes de esta enfermedad.
En México, la variante de melanoma más frecuente es el acral lentiginoso, que se desarrolla en las extremidades inferiores; plantas, dedos y uñas de los pies. Incluso algunos traumatismos en estas áreas pueden llegar a condicionar que la lesión evolucione a una condición maligna.
Para poder identificar un melanoma se debe seguir la regla ABCDE, que describe las características de este padecimiento en una etapa inicial. La A de asimetría, se refiere a que las dos mitades en una mancha o lunar no son iguales; B, los bordes son irregulares; C de color, indica que la coloración no es uniforme y puede incluir sombras de tonalidad marrón o negras; D de diámetro, indica que la mayoría de los melanomas miden más de seis milímetros de ancho y E de evolución, tiempo en el que aparecen los lunares y si existen cambios en los últimos meses o años, regla para la valoración y vigilancia anual.
El uso de protector solar, es imprescindible para la prevención de este tipo de cáncer así como evitar la exposición a los rayos ultravioleta en las horas donde la radiación es más intensa entre 10 de la mañana y tres de la tarde; adicionalmente al realizar actividades al aire libre se debe cubrir la piel con ropa adecuada así como utilizar gorras o sombreros.
Finalmente, la especialista del IMSS Estado de México Poniente reiteró que, ante la presencia inusual de manchas en la piel o cambio de coloración en lunares, se acuda a una revisión dermatológica, para diagnóstico y tratamiento oportuno.
