En México una de cada cuatro mujeres que tienen una actividad remunerada lo hacen a través del emprendimiento, sin embargo el 82 por ciento de estos negocios funcionan en la informalidad.
Las mujeres ven cada vez más como una alternativa de obtener ingresos y avanzar a un esquema de independencia económica al generar un modelo de negocio a través del emprendimiento, pero de inicio los ingresos que una mujer tiene con este esquema es radicalmente menor al de los hombres.
De acuerdo con el estudio “Con la Lupa de Género 2022” desarrollado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) en promedio una mujer que emprende en formalidad tiene ingresos por 9 mil 500 pesos mensuales contra 11 mil 600 que generan los hombres.
Cuando el proyecto nace y opera en informalidad la cifra cae de manera dramática a 3 mil 700 pesos para las mujeres contra 6 mil 200 pesos para los hombres, es decir casi el doble.
El reto para las emprendedoras va orientado a promover los beneficios de la formalidad, tanto en los esquemas de acceso a financiamiento, promoción, ampliación de la marca y adopción de nuevos socios.
En lo que respecta a la situación de las mujeres en el mercado laboral, el promedio nacional de participación de las mujeres en la economía es del 43.6 por ciento por debajo de países como Suecia que alcanza el 70.4, china con el 63.7 por ciento y Estados Unidos con el 56.2 por ciento.
Entre las acciones que las empresas han implementado para reducir esta brecha de género destacan la capacitación, aplicación de políticas de diversidad, implementación de políticas de maternidad y paternidad, programas de liderazgo, contra la violencia y el acoso además de esquemas para promover la equidad salarial.
Cabe señalar que al momento las mujeres siguen disponiendo de 67.8 por ciento más tiempo a Ttabajo no remunerado que los hombres
