Ayer se subieron a portales de noticias de internet y hoy se publican en periódicos impresos sensacionalistas, fotografías explícitas de los cuerpos descuartizados que fueron abandonados en la carretera Córdova-Veracruz, en el estado de Veracruz.
¿Es necesario exhibir imágenes de este tipo?, ¿Es información noticiosa?, ¿Explica el fenómeno de la delincuencia?, ¿ Quién de nosotros quisiera ver el cuerpo así de algún familiar o querido?
En situaciones como la de ayer resurge la pregunta de cómo deberían los medios impresos cubrir los temas de delincuencia organizada y de la denominada nota roja pues está claro que un acuerdo conjunto para establecer criterios de difusión de imágenes y fotografías de actos de violencia, no funciona.
Y no funciona porque no vende.
El morbo es sensacionalismo y el sensacionalismo vende.
Pero quizá el tema de fondo no es la venta sino la compra. La compra de morbo, de publicaciones sensacionalistas. Esa que cada vez más consume «la civilización del espectáculo», como apenas declaró el Premio Nobel y periodista Mario Vargas Llosa.
