Debido a que los proveedores no les han surtido a tiempo, diversos hospitales y unidades médicas enfrentan una escasez de medicamentos, y mientras el ISSEMyM manda a casi la totalidad de derechohabientes a las farmacias subrogadas donde a diario hay una gran fila, el Instituto Mexicano del Seguro Social utiliza su «guardadito» de medicinas para surtir a los pacientes.
La espera en los movimientos que tenga el dólar ha propiciado que los proveedores que surten de medicamentos a las diversas instituciones de salud tales como IMSS e ISSEMyM, detengan el reparto de medicinas y por lo mismo que las farmacias de hospitales y clínicas sufran una escasez.
«Traje a mi niño a consulta y por fortuna le recetaron varios galones de leche, pero resulta que en la farmacia no la hay y por lo mismo tuve que acudir a una farmacia subrogada donde tiene uno que esperar más de una hora para que me surtieran la leche», comentó una madre de familia, tras acudir a una consulta en la clínica Alfredo del Mazo del ISSEMyM.