Los municipios del valle de México como Naucalpan, Tlalnepantla y Atizapán están amenazados por la posibilidad de un sismo de gran magnitud que no debe subestimarse, señaló Darío Rivera Vargas, investigador de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán, en el marco del 30 aniversario de los sismos de 1985 que dejaron más de 30 mil edificaciones destruidas por completo y 68 mil con daños graves, así como más de tres mil muertos en el Distrito Federal.
El experto informó que el grupo de trabajo del Departamento de Riesgos Naturales y Antropogénicos de la Unidad de Investigación Multidisciplinaria de la FES Acatlán trabaja en el Estudio del peligro y del riesgo sísmico del municipio de Naucalpan.
Explicó que en la región del estado de México que colinda con el DF no se han realizado investigaciones de este tipo, e incluso “se ha subestimado (las afectaciones de los movimientos de tierra en) entidades como Naucalpan, donde no pasó nada en 1985, y creen que lo mismo pasaría respecto a otros terremotos”. Sin embargo, el estudio que se desarrolla en Acatlán “refleja que probablemente sí haya daños con un sismo tipo Acambay” que afectaría varias zonas.
Indicó que el términos histñóricos, el 19 de noviembre de 1912, en la localidad de Acambay, se originó un sismo de 6.9 grados en la escala de Richter que provocó severos daños materiales y muertes, por lo que no hay que subestimar esta falla. El académico señaló que a 102 años de este sismo, municipios como Tlalnepantla, Atizapán y en el estado de Querétaro, ubicados cerca de esta fuente sísmica, carecen de estudios sísmicos y carecen de un reglamento de construcción adecuado.
Por ello, Darío Rivera Vargas recalcó que la investigación que se desarrolla desde hace tres años en la FES Acatlán, donde han estado involucrados profesores y alumnos de las licenciaturas de Ingeniería Civil, Actuaría, Arquitectura, así como Matemáticas Aplicadas y Computación (MAC), “es un trabajo inédito, porque nadie se ha metido a estudiar estas zonas ni saben lo que puede provocar esta falla”.
El estudio incluye el riesgo sísmico, que contempla la cuantificación de los daños en inmuebles que predominan en Naucalpan como viviendas, edificios públicos, así como puentes, ante movimientos de distinta intensidad, con la idea de “tomar una actitud preventiva, cosa que no se tuvo en el 85”.
Algunos de los resultados señalan que la parte norte de Naucalpan, el movimiento es mucho menor comparado con el que se registra en los límites con el DF, donde hay una mayor amplificación, lo cual es determinante sólo cuando las construcciones no cuentan con ciertas especificaciones.
Otra aportación es que se identificó que los sismos tipo Acambay son más peligrosos para Naucalpan que los del Pacífico; mientras que en la parte final se cuantifican las pérdidas económicas que se tendrían en diferentes intensidades, adelantó.
El Departamento de Riesgos Naturales y Antropogénicos de la Unidad de Investigación Multidisciplinaria de la FES Acatlán convoca a un ciclo de conferencias, titulado Sismos de 1985. Nuevas tendencias en el diseño sísmico, a 30 años de los terremotos, el 21 de septiembre a las 11:00 horas, en la Unidad de Congresos de la Unidad de Investigación Multidisciplinaria de la FES Acatlán.