El ayuntamiento de Toluca reporta que en dos años y medio ha impuestos 87 mil infracciones a conductores de autos por estacionarse en lugar prohibido. Se trata de un promedio de 96 por cada uno de los días transcurridos en los últimos 30 meses.
Pero el arriba firmante jura y perjura que podrían ser varios miles más: a juzgar por la cantidad de autos que cualquiera puede ver estacionados en donde hay señales de “no estacionarse” sin que nadie los moleste, aunque estorben ostensiblemente. Es cosa de todos los días.
Así que el arriba firmante cree que tenemos dos opciones: o de plano dejamos que los conductores se estacionen donde se les pegue la gana, cuando se les pegue la gana. O como comuna le sacamos provecho a nuestra bonita costumbre: ya se que se apliquen más infracciones, sin ninguna distinción, o que se instalen más parquímetros con una cuota moderada y se castiga a quienes usen la vía pública para estacionarse sin pagar.
Estoy seguro de que el ayuntamiento recaudaría una buena lana. Y se aprovecharía el espacio público que ahora usufructúan unos cuantos con el único fin de no pagar un estacionamiento.
Los parquímetros ya están autorizados por la legislación municipal. Las infracciones también.