A menos de un mes de la elección del domingo 1 de julio, tal parece que Andrés Manuel López Obrador fortalece su ventaja estadística con rumbo a los comicios presidenciales.
Este lunes se publicó una encuesta en el diario El Financiero, que le da 50 por ciento de las preferencias ciudadanas al tabasqueño, por 24 puntos de Ricardo Anaya y 22 de José Antonio Meade.
Y el diario español El País —que entre sus inversionistas mexicanos tiene a la familia Maccise— publicó un “modelo de predicción”, a partir de encuestas, en el que señala que López Obrador tiene un 92 por ciento de probabilidad de ganar la elección presidencial. Este mismo modelo apunta a un 7 por ciento de probabilidad de ganar de Ricardo anaya y apenas un 1 por ciento, en el caso del candidato oficial, José Antonio Meade.
Claro, son encuestas, son estadísticas. Porque ya sé que algunos me dirán que “la verdadera encuesta es el 1 de julio”, frase que se han encargado de repetir quienes van a la zaga del candidato de Morena. Pero la ventaja en las tendencias que puestran distintas encuestas es muy amplia. En el peor de los casos, le lleva 11 puntos de ventaja a su adversario más cercano, el panista Anaya.
El resultado final sólo lo sabremos pasado el 1 de julio. Ese día por la noche con los ejercicios de recuento rápido. Todo es posible. Nadie tiene garantizada la victoria. Pero hoy, AMLO tiene los datos a su favor.
