Al menos 22 personas murieron, entre ellas algunos niños, y 59 resultaron heridas luego de que explotara un artefacto explosivo al final de un concierto de la cantante estadounidense Ariana Grande en la ciudad británica de Manchester.
El Estado Islámico se atribuyó este martes la responsabilidad del atentado con un comunicado en el que indicó que «Uno de los soldados del califato pudo colocar un artefacto explosivo dentro del encuentro de los cruzados en la ciudad de Manchester».
Antes del pronunciamiento del EI la policía de Manchester ya había calificado el hecho como un atentado terrorista.
La cantante se dijo devastada por el atentado ocurrido contra sus fans, mientras que otros cantantes han respaldado su sentir de Ariana Grande.