Científicos de la Universidad de Sapienza, en Roma, crearon un globo gástrico para pacientes con obesidad, el cual se introduce al cuerpo del paciente a través de una cápsula, sin necesidad de una cirugía.
Este es el primer globo gástrico que no necesita endoscopia para su inserción ni para su retiro, por lo que los pacientes obesos para los que está diseñado no necesitan pasar por ese procedimiento invasivo ni su correspondiente anestesia.
Para introducirlo el paciente deberá tomar una cápsula que contiene el globo, unido a un fino y largo catéter, cuando llega al estómago la cápsula se degrada y cuando el globo está en el lugar adecuado, el personal médico llena el globo con líquido a través del catéter, hasta alcanzar los 550 ml, un proceso que dura «menos de 10 minutos»
Una vez en el estómago, el globo le da al paciente una sensación de saciedad que hace que coma menos y pasados cuatro meses de uso, el globo gástrico se evacúa en las heces automáticamente.
Este proceso ya fue probado en 38 pacientes obesos y concluyó que constituye «un método seguro y eficaz para perder peso», que no causó efectos adversos, por lo que el balón gástrico puede ser útil como una forma de intervención temprana para los pacientes obesos que no responden a dietas o que tienen que perder peso urgentemente para poder someterse a una operación.
