Como cada año desde 1996 este 31 de octubre termina el horario de verano y comienza el horario de invierno en gran parte del territorio nacional, por lo que es necesario atrasar el reloj una hora la noche del domingo para despertar el lunes en el horario adecuado.
Esta medida se implementó con el fin de privilegiar el uso de la energía solar, y disminuir el consumo de combustibles fósiles, de manera que a lo largo de los próximos meses, los días tendrán menos tiempo de luz natural, por lo que parecerán más cortos.
La estimación es que el sol aparecerá a partir de las 6:30 de la mañana y se ocultará alrededor de las 19 horas.
En el caso de Estados Unidos y algunas ciudades de la franja fronteriza de nuestro país como Baja California, Chihuahua y Tamaulipas el horario de invierno comenzará el 7 de noviembre, es decir una semana después que el resto del país.
De acuerdo con el Fideicomiso para el ahorro de energía, esta medida trae más beneficios qué daños a la salud, pues durante el verano las personas pudieron disfrutar de tardes más largas y el tiempo de adaptación del organismo no supera los 10 días.
Aún cuando la mayor parte de los dispositivos móviles hacen el ajuste de horario de manera automática se recomienda la población que verifique que los relojes, despertadores y en general aparatos que hay en el lugar hayan hecho la modificación adecuada para poder continuar con sus actividades de manera regular.
De tal suerte que este fin de semana tendremos 60 minutos más de sueño y este cambio coincide con el solsticio de invierno.
