El 30 de abril pasado venció el plazo para el pago anual de impuestos y tú, ¿hiciste tu parte? Te pregunto porque existen los evasores fiscales que son particulares o empresas que ocultan o falsifican información sobre sus ingresos, bienes o actividades económicas con el fin de pagar menos impuestos o incluso evitar el pago de contribuciones al fisco. Esta conducta es ilegal y puede tener consecuencias como sanciones administrativas, multas económicas de hasta 55 por ciento de los impuestos no pagados, embargo de bienes y congelamiento de cuentas, proceso penal y pena de prisión de tres meses a nueve años.
El problema es que la evasión fiscal reduce los ingresos públicos, distorsiona la competencia empresarial y promueve la corrupción y la impunidad.
Por el contrario, al pagar impuestos estamos financiando el gasto público en educación, salud, seguridad, justicia, programas sociales e infraestructura. No aplica que no querramos pagar porque se desconfía del gobierno y sus servicios, que se perciben injusticias en el sistema fiscal, se enfrentan trámites complicados, o que no pasará nada si no se paga. Los impuestos son una obligación para quienes realizan actividades económicas o recibimos ingresos, como sueldos, servicios independientes, actividades comerciales o industriales. Hay que acercarse por tanto al SAT y regular nuestra situación fiscal. Pagar impuestos es fundamental para sostener al Estado.