A partir del auge por parte del consumidor para permanecer mas tiempo en internet, principalmente con la pandemia, de acuerdo con el investigador de la Universidad Autónoma del Estado de México, Alejandro Cuadros Medina, también comenzaron a proliferar nuevos modelos de ciberdelitos, entre los que se encuentran los ahora conocidos como montadeudas.
“Se da a través de préstamos pequeños, de las necesidades de las personas que tienen en las cuestiones económicas, y solicitan estos préstamos inmediatos y pequeños que van de los 2 mil a los 10 mil o 15 mil pesos sin tener referentes de buró de crédito ni referentes de personas recomendadas o avales, simplemente que lo solicitan con sus datos personales a través de su credencial INE y el número telefónico móvil”.
En principio, pareciera que todo funciona bien y que se apoya a los usuarios que tienen una necesidad económica, donde se llega a un común acuerdo del préstamo que puede ser a un mes con intereses sin embargo, aunque la Ley permite el 9% de interés, aquí podrían comenzar las dificultades para el deudor, ya que en ocasiones los intereses excedan este porcentaje.
Además, para el primer pago por el primer interés que en teoría se acuerda para realizarse al mes, de adquirido el préstamo, el prestador comienza a cobrar apenas 5 o 7 días del mismo.
“Un ejemplo, si hay un préstamo de 3 mil pesos, a los 5 días les piden ya el pago, dicen, tu deuda ya no es de 3 mil pesos, ya ascendió 5 mil pesos, entonces llega ahí al conflicto verbal, el prestamista llega a amedrentar a través de que ya entró a tus los datos que están en el celular, a través de su número, ya vacío todos sus datos, desde contactos, fotografías, música, vídeos, todo lo que nosotros tenemos en nuestros dispositivos móviles, ya no los vaciaron. ¿Qué es lo que pasa? viene la amenaza de que te voy a difamar, voy a difundir con tus contactos, en que eres un deudor”.
Con lo anterior se comienza a invadir en los teléfonos también de los contactos del deudor, y además se agravan los problemas del usuario que solicitó el préstamo, ya que comienza a recibir mensajes y a sufrir un ciberacoso a través del WhatsApp o a través de llamadas, pero además ascienden el valor del préstamo rápidamente, para elevar la deuda.
“Empiezan amenazar también con difundir sus fotografías, y ojo aquí, porque si hay fotografías familiares, o muy comprometedoras, pues todo eso es lo que empiezan a distribuir, las van deteniendo a cambio de tu hayas pagando, o las van liberando si no pagan, entonces están atentando con la contra la propiedad privada que sería el mismo dispositivo por un lado, por otro pues están atentando contra datos personales de la persona deudora”.
Además, alertó que estas actividades podrían estar coludidas con grupos delictivos ya que en algunas circunstancias operan como opera el secuestrador.
“Finalmente te tienen secuestrado con sus datos personales, tu denuncias, yo voy soltando más información tuya, le voy a decir a tus familiares, quién eres, qué haces, todo (…) si la persona que pidió el préstamo tiene documentos, o fotografías muy comprometedoras en su celular, pues obviamente no se va a detener, y no va a generar la denuncia”.
Finalmente, recomendó que para evitar sufrir de estos problemas, y evitar este tipo de delitos, se debe evitar pedir el préstamo a través de estas aplicaciones.
“Sí bien es muy sencillo y muy fácil el que nos puedan otorgar un préstamo porque son pequeños, evitar totalmente hacerlo a través de las aplicaciones que se ofertan muchísimo en internet y en redes sociales, (…) segundo, si se va a ser a través de una aplicación, verificar que sea de un Banco, que sea de una institución bancaria que tiene pues todo un prestigio, pero aun así, todavía verificar qué datos nos están pidiendo”.
