La violencia hacia la mujer se incrementa durante una crisis económica por desempleo, crisis alimentaria, cambios en la demografía, ya sea por embarazo y cuarentenas, en donde el programa Quédate en Casa, hace que las mujeres convivan con su potencial agresor y se generen grados importantes de violencia.
Al dictar la conferencia “Violencia de Género en tiempos de COVID-19”, impartida por Céline González, Directora de Evaluación Académica y profesora asociada del CIDE, Coordinadora del curso en línea sobre políticas públicas con perspectiva de género para el INMUJERES, indicó que las mujeres del sector económicamente bajo son las más afectadas.
Y esto se debe al estrés que genera la poca solvencia económica, combinada con el consumo de sustancias ilícitas.
Agregó que la falta de programas sociales o trasferencias económicas condicionadas eran una herramienta para las mujeres, que contaban con un ingreso económico que las ayudaba a salir un poco de la violencia en familia.
Otro que factor que genera la violencia en el hogar es el desempleo en el hombre que, al no cumplir con las expectativas sociales, de proveedor económico responde con agresión hacia la mujer, para contrarrestar su falta en rol que considera debe tener.
