Alrededor de las 13:00 horas del 28 de octubre José de la Cruz, arribo al templo de la Santa Veracruz, ubicado en Toluca, para venerar la imagen de San Judas Tadeo.
Acompañado de familiares y al menos dos imágenes monumentales del santo de las causas difíciles, reconoció que llegó al centro de Toluca para agradecer que su esposa se curará del virus de Covid-19.
Pero él no fue el único, pues miles de fieles se dieron cita en el templo de la Santa Veracruz, a pesar de que la autoridad había pedido que las celebraciones fueran digitales, para evitar aglomeraciones y con ello la propagación de COVID-19.
Toda vez que Toluca es uno de los municipios con el mayor número de casos y defunciones por coronavirus.
¿Quién es el mero, mero? Es San Judas Tadeo, fue la plegaria que gritaban los asistentes pero también el ya conocido «Si se pudo». Lo gritaban adultos mayores y niños, grupos de riesgo por la pandemia de COVID-19.
Ante el tumulto de personas, elementos de la Coordinación de Protección Civil, estuvieron repartiendo gel antibacterial a los asistentes, pero en muchas ocasiones fueron rebasados por la cantidad de creyentes.
Al interior del templo, solo pudieron acceder el 30 por ciento de los asistentes y se llevaron a cabo al menos cuatro misas para que todos pudieran acceder.
