Mientras en México, según el presidente Andrés Manuel López Obrador, se vive feliz, feliz, feliz, en Argentina simplemente, ocurre lo contrario; los habitantes son infelices, esto revela el Informe Ipsos Global Advisor on Global Happiness 2019.
La causa es la condición económica que una amplia mayoría ve como desfavorable y le sigue la salud y el bienestar físico, además de los hijos y relaciones sentimentales.
Curiosamente, para personajes clásicos como Aristóteles la felicidad no recae en lo económico o material sino “en el significado y propósito de la vida”, o San Agustín” que escribió que la felicidad es “continuar deseando lo que ya se posee”.
Así por tanto, la preocupación por lo económico o material tendría que invalidarse pero sin dinero se viven todo tipo de limitaciones incluyendo la salud, de tal modo que la felicidad es abstracta de ahí por ejemplo que el presidente mexicano se considere en el mejor momento de su vida.
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