
Los arrecifes coralinos se han vuelto más vulnerables al cambio climático debido a las sustancias de los filtros solares que quedan en el mar cuando la gente se baña y tiene en la piel protectores solares.
Un grupo internacional de científicos realizó un análisis de diferentes especies de coral a la oxibenzona, compuesto presente en el 60% de los filtros solares.
Para conocer su toxicidad, los investigadores diluyeron oxibenzona a distintas concentraciones en tanques con larvas de coral, llamadas plánulas, en cuyo interior se refugian algas fotosintéticas que mantienen vivos a los corales y los tiñen de diversos colores.
Los resultados fueron alarmantes ya que tras ocho horas de exposición a la oxibenzona, las plánulas adoptaron una forma circular, perdieron movilidad y coloración.
En concentraciones más altas la oxibenzona causó lesiones importantes en el ADN de los corales, provocando su muerte.
Esta sustancia es un compuesto común de los productos cosméticos y de cuidado personal, desde champús hasta repelentes de insectos.