El sociólogo e historiador Carlos Escalante Fernández, profesor e investigador de El Colegio Mexiquense, A. C., aseguró que las escuelas normales se deben transformar sobre la base del humanismo, la prevención del analfabetismo digital en la educación básica para evitar una forma nueva de discriminación y la preparación de los maestros, a fin de llevar el diálogo al aula como mecanismo de formación de la niñez.

El investigador reconoció que las escuelas normales afrontan el desafío de la baja matrícula, como resultado no deseado de la reforma de 1985 que elevó la formación docente al nivel de licenciatura, con lo cual aumentó el periodo de formación escolar, lo que ha hecho más atractivas otras opciones de ese nivel para los jóvenes.
Escalante Fernández precisó que las escuelas normales han buscado transformarse, y sugirió que los cambios que se emprendan en esas instituciones consideren valores humanistas y éticos que a lo largo de historia de la educación se han fomentado, para atender ahora la alfabetización digital, sujeta a situaciones muy variadas en cuanto acceso a Internet, infraestructura y recursos.
En referencia a la reciente celebración del Día del Maestro advirtió de que se debe dotar de contenido a la efeméride, pues las maestras y los maestros de México han sido y son el sostén de la educación pública en el país.
Si se ha logrado abatir el analfabetismo, de manera lenta, pero segura, y mantener en el artículo tercero constitucional la obligatoriedad de la educación pública y gratuita es en mucho por el papel que ellos cumplen y porque la magisterial es una profesión de Estado, que así debe mantenerse al menos durante las tres próximas décadas, puntualizó, por lo que el investigador también añadió sigue siendo necesario que el maestro sea un profesional de Estado, ni partidista ni sindical ni gremialmente hablando.
Pidió respeto y consideración para las maestras y los maestros, apoyo y reconocimiento a su labor, que, si bien puede realizarse en condiciones favorables en algunas escuelas, en otras supone un desafío por la lejanía, las carencias y las condiciones en que deben atenderse planteles multigrado.
Asegura que el profesor tiene nuevos papeles que cumplir, dijo el coordinador del seminario de Historia Contemporánea de El Colegio Mexiquense, A. C., pero -matizó- es indispensable revalorar su quehacer y agradecerle todo lo que hace cotidianamente, pues no basta con un 15 de mayo, sino reconocer que muchas de sus demandas son legítimas y es necesario satisfacerlas para que esté a gusto y pueda desarrollar mejor su trabajo.
Asentó que los cambios educativos no podrán ser en contra ni a pesar de los maestros, sino con estos, para seguir fortaleciendo la educación laica, pública y gratuita, ya que los profesores deben estar convencidos del perfil curricular y de que no están siendo controlados por autoridades y sindicatos, y ello supone darles margen de autonomía; de otra manera, la escuela no llenará las expectativas depositadas en ella.
Propuso impulsar en los jóvenes el deseo de ir a las normales a estudiar, pero ello supone que socialmente se considere seriamente que la escuela pública tiene solución y que sus males y carencias no son responsabilidad exclusiva de los maestros, sino del conjunto de actores que influyen en su labor