Y a ti, ¿qué te pareció que la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, saliera del país para reunirse con presidentes y líderes de otras naciones?, te pregunto porque recordarás que el anterior presidente apenas realizó en todo su sexenio siete viajes al exterior de los cuales cinco fueron a Estados Unidos, uno a Centroamérica y otro a Sudamérica. Y bueno, quienes están en contra de esto hablan de costos excesivos, de pocos resultados y de que el tiempo debería dedicarse a resolver asuntos internos.
Pero veamos el lado positivo. Las giras internacionales favorecen la política exterior y el desarrollo nacional al propiciar el contacto directo con otros jefes de Estado y gobiernos, y dar cabida a la firma de acuerdos bilaterales o multilaterales. Asimismo, impulsan la cooperación y el desarrollo mediante la promoción de proyectos conjuntos y la colaboración en temas prioritarios como migración, seguridad y comercio.
Por otro lado, se mejora la imagen de México en la comunidad global, lo que puede atraer inversión extranjera y turismo.
Además, la presidenta sabe conducirse y defender los intereses nacionales.
Claudia Sheinbaum como invitada a Canadá a la reunión del Grupo de los 5 representa un reconocimiento internacional y un avance en la proyección México.
