La extensión de los manglares en la zona noroeste de México experimentó una notable disminución de mil 817 hectáreas de 2015 a 2020, establece un análisis realizado por investigadores del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICMyL) de la UNAM, y la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), utilizando la plataforma Google Earth Engine.
Francisco Flores de Santiago y Francisco Javier Flores Verdugo, investigadores del ICMyL, colaboraron con Luis Valderrama Landeros, Carlos Troche Souza, José A. Alcántara Maya, Samuel Velázquez Salazar, Berenice Vázquez Balderas, Edgar Villeda Chávez, María I. Cruz López y Rainer Ressl, investigadores de la Conabio, para procesar la información en el periodo mencionado de la costa noroeste: Baja California, Baja California Sur, Sonora, Sinaloa y Nayarit.
Los investigadores se dieron a la tarea de probar Google Earth Engine, una herramienta nueva de clasificación que permite revisar con mayor detalle diferentes tipos de manglar, para lo cual usaron los archivos generados por el equipo Sentinel II, de la Agencia Espacial Europea, que genera una nueva imagen cada cinco días.
Los expertos revisaron temporadas específicas en cada uno de los años, debido a que –dependiendo de la época– varía la intensidad del dosel. Generalmente en esa zona de México, la de lluvia es la principal donde se ve un cambio, mientras que en tiempo de estiaje el dosel está demasiado estresado.
Encontraron una pérdida de manglar de aproximadamente mil 817 hectáreas de 2015 a 2020, y depende de cada estado. Hay zonas donde el cambio fue mínimo, por ejemplo en Baja California, porque hay conjuntos aislados de manglares y no hay perturbaciones antropogénicas asociadas.
Mientras que en estados como Sinaloa se registró un descenso significativo en el cambio del dosel, principalmente por los efectos como el incremento de acuacultura y el impacto del huracán Willa, en 2018.
Un estudio previo del mismo equipo de trabajo detectó que el impacto de ese fenómeno meteorológico, a pesar de que fue importante se tiene una recuperación paulatina del dosel. En este caso, al momento de impactar mata algunos árboles, daña otros y el sistema se recupera paulatinamente.
En el reciente estudio también se identificó que en algunas zonas de Sinaloa la acuacultura se expande, se registra además un cambio de uso de suelo y degradación del sistema.
Sin embargo, los servicios ecosistémicos que ofrecen se pueden degradar, por ejemplo si un bosque ofrecía un servicio para pesquerías, almacenamiento de carbono, etcétera.