El diputado Román Cortés, fijó la postura en contra de la reforma energética por parte del Grupo Parlamentario de Acción Nacional, ya que dicha iniciativa no favorece la inversión privada y es un intento de regresar a un modelo que ya ha fracasado, por lo que resulta fundamental garantizar un futuro energético sustentable, inclusivo y eficiente que permita a México atraer inversiones.
Señaló, que esta reforma busca establecer la preponderancia de CFE y PEMEX sobre empresas privadas en los sectores eléctricos y de hidrocarburos lo que representa una regresión significativa.
Precisó, que esta reforma no aborda la grave crisis financiera de PEMEX y CFE, ya que al cambiar su estatus de empresas productivas a empresas públicas, les permitirá operar sin la obligación de la rentabilidad económica, lo que resulta grave ya que al final serán las y los mexicanos quienes pagarán las pérdidas millonarias.
Agregó que la limitante del 46 por ciento de generación eléctrica por parte de fuentes privadas, limita y pone en riesgo la seguridad energética del país, ya que se requiere de un sistema robusto que garantice el acceso a la energía a toda la población.
Cortés Lugo aseguró que esta reforma ahuyentará nuevas inversiones, además de que provocará controversias y demandas por violaciones a tratados internacionales, lo que debilitará la imagen del país ante el mundo; además del retroceso en la transición energética al priorizar el control estatal sobre la innovación y sostenibilidad, la reforma Constitucional, dijo, provocará conflictos de interés ya que la imparcialidad y la transparencia se verán comprometidas al permitir que una misma empresa pública fije la política energética, controle el sistema y opere el mercado eléctrico mayorista.
Esta reforma, puntualizó, genera incertidumbre sobre los contratos vigentes y aleja la inversión, erosionando la confianza de los inversionistas.