México ocupa a nivel mundial el primer lugar en obesidad infantil, debido a esto, científicos de la Universidad Autónoma de Zacatecas realizaron un estudio con base en revisiones estadísticas y una investigación documental que comprende un periodo de quince años —de 2000 a 2015 para conocer los factores sociales involucrados en el sobrepeso y obesidad escolar de la zona metropolitana Zacatecas-Guadalupe.
La relevancia de esta investigación consistió en abordar un panorama mundial sobre obesidad y sobrepeso, analizar qué es lo que está pasando con México y conocer cómo se expresa este hecho en esta zona metropolitana, con un trabajo de campo basado en cientos de entrevistas a niños, maestros y padres de familia de las escuelas primarias”.
La doctora en estudios del desarrollo y autora del estudio, Cristina Almeida Perales, determinó en su investigación que las causas inmediatas del sobrepeso y obesidad infantil son los estilos de vida, dieta y actividades físicas del paciente.
Exteriorizó que desde 2006 este tema en México se convirtió en un foco rojo cuando la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición indicó que 34 por ciento de los niños en edad escolar tenía sobrepeso y obesidad. Esto hizo que activistas y organizaciones sociales se preguntaran qué había hecho el estado para evitar o prevenir el problema y al revisar las políticas públicas no encontraron nada en absoluto.
La doctora Almeida encontró que la mal nutrición y la manera en que se reproducen y distribuyen los alimentos a nivel mundial tiene una repercusión directa en México, situación que se desencadenó a partir de la crisis de 1982, cuando México comenzó a adoptar las políticas del modelo neoliberal capitalista y después con la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN).
Esto ocasionó que en los últimos 10 años, el coeficiente de dependencia alimentaria —valor de importación de alimentos sobre el valor de producción alimentaria total— se ha mantenido en una proporción media de 45 por ciento.
“En el consumo de proteínas hubo una disminución de 98 a 85 gramos al día; sin embargo, en donde visualicé cambios notables fue en el consumo de grasas, pues de 75 gramos al día que se detectó en 1990, en 2011 aumentó a 93 gramos. Esto pareciera que se mantiene en un comportamiento lineal positivo, que nos indica que a la próxima consulta podría tener un número más alto”, dijo la investigadora.
A pesar de que las estadísticas de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) han indicado que Zacatecas es de las entidades del país con una mayor producción de frijol, la doctora Cristina Almeida expuso que al revisar la frecuencia de consumo de alimentos en los alumnos de escuelas primarias de Zacatecas y Guadalupe, encontró que uno de cada diez niños no consume frijol o alguna leguminosa de esta familia.
“Además, en función del plato del buen comer, más de 50 por ciento de los niños consume leguminosas por debajo de lo recomendado, al igual que en el caso de frutas y verduras, ¿qué es lo que están consumiendo en su lugar? Azúcares y cereales, principalmente. Luego tenemos los productos de origen animal y lácteos. Esta es una dieta occidentalizada y estadounidense que está adoptando México en sus patrones de consumo”.
La doctora Cristina Almeida expuso que las encuestas no indicaron distinción de sobrepeso y obesidad entre las escuelas públicas y privadas. La diferencia es que en las escuelas privadas tienen un mayor consumo de productos de origen animal y lácteos, mientras que en las escuelas públicas comen mayormente cereales.