Un vehículo cargado de explosivos que fue detonado el miércoles frente a la principal base estadounidense de Afganistán hirió a tres personas. El Talibán se responsabilizó del ataque.
El último episodio de violencia ocurrió en medio de la incertidumbre política al rechazar la comisión electoral afgana el llamamiento del presidente Hamid Karzai para adelantar las elecciones presidenciales, previstas para agosto.
La explosión ocurrida frente a la base de Bagram hirió a tres civiles contratados por el Pentágono, aunque no se precisó su nacionalidad, dijo la teniente coronel Rumi Nielson Green.
El ataque ocurrió en la playa de estacionamiento donde son estacionados los camiones que traen suministros a la base. El conductor del vehículo lo abandonó antes de que fuera detonado. Empero, el conductor llevaba también un chaleco con explosivos, que fueron detonados y murió en el acto, indicó el mando estadounidense.
Un vocero del Talibán, Zabiullah Mujahid, se atribuyó el ataque poco después de ser detonada la carga.
