La sociedad argentina se conmocionó hoy con el hallazgo de un paredón de fusilamiento y fosas ilegales con restos cremados de víctimas de la represión de la última dictadura militar (1976-1983). Expertos del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) encontraron las fosas en el llamado «Pozo de Arana», que funcionó como centro clandestino de detención y exterminio en el régimen militar, y en ellas se hallaron 10 mil restos humanos calcinados.
El gobernador bonaerense, Daniel Scioli, dijo este miércoles a periodistas que el gobierno provincial trabaja para convertir el centro clandestino de detención en un «lugar para la memoria». Aseguró que en el «Pozo de Arana» los expertos del EAAF realizaron «un gran trabajo que debe ser destacado por su trascendencia como aporte para la reconstrucción de la memoria histórica».
Derotier de Cobacho, por su lado, abogó por la creación en el lugar de un Museo de la Memoria para La Plata, tal como en su momento resolvió el gobierno como destino de la ESMA, lugar emblemático de la represión que aplicó la última dictadura. La víspera, la secretaria de Derechos Humanos bonaerense reveló que «más de 10 mil fragmentos de huesos humanos calcinados» fueron encontrados en el recinto, además de un paredón que fue usado para fusilamientos, ya que tenía más de 200 impactos de balas.
Medios locales señalaron que los expertos del EAAF trabajaron durante seis meses en el «Pozo de Arana», por orden judicial, realizando excavaciones en el fondo del lugar, en el patio interno y en la unidad sanitaria. A partir de los testimonios brindados por víctimas de la última dictadura, los antropólogos forenses identificaron 15 lugares donde podría haber restos humanos y los resultados de la investigación fueron entregados ante el Juzgado Tres de La Plata.