El arriba firmante iba a escribir de algo muy importante. Trascendental para la vida nacional. O eso creía en su momento, porque es la hora en que no recuerdo el tema y, por lo tanto, tengo la certeza de que no debió haber sido tan importante o trascendental como creía al principio.
Así que dedicaré las siguientes líneas a preguntar cuándo nos cansaremos de los efímeramente famosos #Ladys y #Lords que abundan en las redes sociales de internet.
Es que son muchos y de todos los días. Una búsqueda en Google del hashtag Lady —#Lady— arrojó 475 mil menciones o referencias, incluyendo famas perdurables como las de Lady Gaga o del trío Lady Antebellum. Y de los lores ni hablar: el #Lord deja como resultado 553 mil referencias, incluyendo cosas muy serias como Lord of the Rings o inmemoriales como Lord Byron.
Porque sí, hay de #ladys a ladys y de #lords a lords.
Pero mientras haya dispositivos móviles para grabar las idioteces ajenas, las metidas de pata o los abusos flagrantes, nunca nos faltarán las estrellas del video viral en turno, que nos despertarán sonrisas o gestos de molestia.
Porque como me recordaron —y bien— los periodistas José Luis Cardona y Filiberto Gallardo, desde hace muchas décadas es de todos sabido que “si los pendejos volaran, todo el día estaría nublado” (Carlos Héctor González dixit).
Y ya me acordé de la cosa trascendental: los editoriales de The New York Times sobre México y el GIEI. Pero creo que de eso ya comentó toda la comentocracia mexicana. ¡Agur!