Vaya manera de cerrar la última semana laboral del presidente de la república. Le preguntan en su conferencia matutina sobre la existencia de software pirata con el que se estaría manipulando información por empresas de gasolina en sus reportes al SAT y el mandatario contesta con su duda de si se dice gasolinera o gasolinería y a partir de ello, consultar a un experto en la lengua española.
¿Por qué el presidente insiste en eludir los cuestionamientos de los periodistas?, ¿se trata de hacer el listo o chistoso desviando la atención de los temas escabrosos?, ¿hasta dónde llega la arenga de honestidad, transparencia y compromiso en el combate a la corrupción en México?
López Obrador no ha llegado a los tres meses de gobierno pero no es la gobernanza, toma e implementación de decisiones su característica sino el discurso sin fundamentos ni respuestas. Es decir, lo evasivo y sin consistencia.